Ficha Elisabeth

:thumb291937825:Nombre: Elisabeth.

Raza: Kitsune

Edad: 85 (aparenta alrededor de los 20)
(que conste que he hecho el cálculo matemáticamente xD)

Altura: 1,55 m.

Origen: Helie

Residencia actual: Ondon

Posición social: Sierva de Noble

Empleo: ----

Personalidad:

Elisabeth siempre ha sido una persona muy alegre.
No es una persona que vaya sonriendo por la calle porque suele ir pensando en sus cosas, pero cuando se le acerca alguien siempre muestra su mejor cara, como el resto de la gente de Helie, aunque se muestra algo recelosa con Humanos y Elfos y suele intentar evitarlos, no siempre lo consigue y tiene que hacer de tripas corazón y ser amable, pero lo intenta.

Por otra parte, es también una Kitsune muy serena, no suele causar alboroto y no le gusta llamar la atención, prefiere mantenerse oculta y observar antes de actuar como muchos animales salvajes, en 85 años ha tenido alguna mala experiencia y esto le ha hecho ser cautelosa, por lo que no se mete en líos.

De vez en cuando es peligrosa, por que sale su instinto animal, pero solo pasa cuando la enfadan mucho y es complicado conseguirlo.

Historia:

En su más temprana edad, Elisabeth, que aun no tenía un nombre, vivía con su familia en Helie, era muy feliz con ellos y aprendió a cuidar el bosque como Kitsune que era y a respetar a los animales y seres vivos.
Cuando aprendió a utilizar la metamorfosis para tener una apariencia más humana, su familia, sobretodo sus hermanos y hermanas la llevaban a la cuidad y le dieron un nombre para que se relacionara con humanos y otros seres .
Hizo amigos humanos y todos los días iban a jugar los prados cercanos y bosques.
Un día, paseaba en su forma real y se encontró con sus amigos. Ellos, que nunca la habían visto así, cuando se acercó para saludar le empezaron a lanzar cosas, pero no le hicieron nada.
Se sintió muy mal y, días más tarde en su forma humana les sermoneó por tirar cosas a los animales, los humanos no respetaban nada. Aunque seguía siendo su amiga ya no confiaba en ellos como antes.
Años más tarde, ellos crecían y maduraban rápido, dado que las edades no van igual para unos que para otros, ella se sentía desplazada y dejó de juntarse con ellos, haciendo amigos únicamente de su propio entorno.
Luego vinieron las partidas de caza al bosque y se horrorizó al saber que eso que habían sido sus amigos mataban animales ahora, tanto por supervivencia como por diversión. Sus padres le explicaron que los humanos lo hacían a menudo y debía respetarlo, los kitsunes están en armonía con humanos y naturaleza.
Decidió que, para aprender a tolerar estas malas costumbres, iría de viaje y trataría de establecer nuevos vínculos con humanos y comprender sus acciones.
Por esto llegó a Ondon y aun no sabe cómo acabó siendo sierva de un noble.
Le gusta el paraje helado de este sitio, el frío le da la sensación de pureza y le ayuda a estar serena, lo que le permite controlar mucho mejor sus habilidades como kitsune.
Está muy a gusto ahí y no pretende volver de momento, su familia la visita de vez en cuando así que no los suele echar de menos.

Gustos:
El frío
La naturaleza
La noche
Correr sin saber donde ir, solo por estirar las patas.
Investigar y curiosear
La comida

Disgustos:
La caza
El barro
Llevar ropa en exceso (es pesada y le cuesta moverse además es un engorro para transformarse)
Las olas de calor
El ruido, cuando hay mucho le molesta en los oídos.


Curiosidades:

Cuando se transforma en humana una de las tres colas le desaparece, es como si gastara un tercio de su poder para mantener esa forma.

Le brillan los ojos en la oscuridad.

Es recelosa con los elfos porque, a su juicio, se parecen demasiado a los humanos físicamente, pero como ya he dicho procura ser amable.

Aunque no esté dibujado, lleva un bloc de notas donde apunta las costumbres que ha venido a observar de los humanos y otros seres.